Fue un filósofo presocrático quien no creía que hubiera habido un arkhé. Ahora veremos como lo fundamentaba:
Parménides decía que si no existiera nada, no se puede generar algo de la nada, el explica mediante tautologías y razonamientos circulares que el ser es, y el no ser, no es. La consecuencia que se sigue de este razonamiento es que el movimiento no existe, en función de esto define al ser con 3 características:
Uno: Si existiera más de 1 ser la única diferencia que habría sería la nada o el no ser
Eterno: El ser no tiene principio porque si lo tuviese antes sería el no ser y tampoco puede tener final porque luego, no sería.
Inmutable: El ser no puede cambiar porque el movimiento consistiría en pasar del ser al no ser y del no ser al ser, esto es imposible en palabras del filósofo.
La tésis de Parménides nos lleva a pensar que nuestros sentidos nos engañan, aunque veamos movimiento este es ilusorio. Nos conviene guiarnos más por la razón que por lo que percibimos, incluso hasta ahora sigue en pie el debate gnoseológico sobre el movimiento.